PUBLICARTE da la mano a la celebración de los 444 años de nuestra ciudad. Caracas la mujer. Caracas hombre, niño o niña. La tantas veces ultrajada, la que no pierde la esperanza. Caracas será tomada de la mano por los que crean, sueñan, proponen, discuten, reflexionan a través de la palabra. Caracas también es texto, cuento, dramaturgia, narración, ensayo, poesía. Caracas es el abecedario que nos acompaña cada día, Caracas es una niña que continua soñando con que algún día será grande.

jueves, 30 de junio de 2011

ROSAS SOBRE EL CONCRETO


Poeta:Acuarela Martínez

“tampoco basta un verso
para anunciar la ternura secreta
de la piedra”

Alexis Romero



I

desde aquí
las aceras se pueblan
de califas heridos por la realidad
vendiendo delirios mundanos
que hablan de las fronteras
del vacío que deshumaniza



II

no hay leyes en la calle
sin embargo
la avenida sin credo
es un exilio de la ignorancia

universo
la calle de nuevo
que hierve en los bullicios grises
mientras Dios vive
entre los mercaderes que invocan  cortesía


III

una ciudad sedienta de codicia
confusa en distintas melodías
y este aire movedizo
desencaja mi rezo

ajeno al azogue humano que me circunda
también acude la belleza en la calle
si un niño bandolero sin causa
intenta venderme una rosa
que adorne este fracaso
que reivindica mis días
           




INSOMNIO URBANO


 POETA:
TRINA QUIÑONES
Caracas, 2.003
                            
                                                                             para  Anderson Braga Horta.

1
La habitación se ha quedado
completamente seca.

2

Me acompañan los edificios y el asfalto.
Mido agresividades
con conductores de últimos modelos.
Los portadores de celulares
nos lanzamos miradas oblicuas.
Soy la última habitante.

3

La noche no quiere dormirse.
Los de la calle defecan en las aceras
y le dan la última pincelada
a sus instalaciones de desarmadas cajas
de cartón. Vacías botellas de cerveza
de color marrón.

4

Soy una persona
que se lanza a la calle
sola, mal vestida, sin dinero,
mirando al piso,
buscando lo otro
o lo mío o lo nuestro.

No asisto a reuniones sociales
ni invito ni soy invitada
escribo montañas de poemas
que los connacionales no leen.
yo vengo de otras fronteras.

5

Los habitantes del concreto
se deslizan lujosamente desvestidos.
Sus atavíos gritan
deleznables fantasmas solos.

6

Las mujeres dejaron sus tribus
y con los hijos yacen en las aceras,
infelices adormecidos
colgados de un seno vacío

¿quién los insertó
en la mugre de la urbe?

7

Ahora el Metro es de todos.
El informalismo se trepa por sus bocas
que arrojan un vaho marginal
sobre los usuarios. Los vagones
nos refrescan del agobiante murmullo
de los “rumores”.

Torsos al aire, piercings a granel,
escotes abusivos, parejas complacidas,
niños barrocos,
pre-púberes de tacones altos,
matronas de bocas y uñas decoradas,
estudiantes en juerga,
pequeños escolares independientes,
piernas mutiladas o llagosas,
récipes de medicinas importadas,
colectas para operaciones o entierros,
madres desquiciadas,
vendedores de chocolates y bolígrafos,
ejecutivos engominados,
jóvenes redondeadas de silicón

8

Veo rostros envejecidos
tareas claudicadas.

Miríadas arrastran
sus zapatos viejos.

Las muecas se agolpan
en el Seguro Social.

9

Hace demasiado silencio
y el caos acecha a mi puerta.
Comienzo a divagar
por calles y plazas.
Una bruma
envuelve a los edificios
y a mi cerebro mismo.
Mi boca conversa desatada
y el Mensajero me presta oídos.
Sí. Parece comprender su misión.

10

Desde mi cama veo
cómo me trepo por el techo
y miro este rictus
que en mí se ha instalado,
cómo me busco
en mis propios libros y
en pensamientos
adecuados.

Algunas ideas salen de mi cabeza
y flotan por la habitación.

11

No tenemos control.
Las calles están nerviosas
las casas, allanables
los transeúntes
secuestrables
y/o violables.

Los adolescentes
guerrean su juventud
sobre patinetas.
Mi corazón, sin ti,
también guerrea.

12

Las calles
repletas de protesta

hay un reclamo
ínsito
en los bailes y
en las risas.

Ya no quiero
escuchar
los susurros de
mi celular.


13

La ciudad vibra en mayúsculas
frenética o silenciosamente.
Intentamos dormir, pero los demonios
no cesan
disparos
están hiriendo la noche
y todos, estáticos,
fingimos que fingimos.


14

Todo está roto, ido
las calles, vacías y dolidas
mi tierra, envenenada, secuestrada.

El amor desapareció
dejándonos a descampado
perplejos.

15

Habiendo sido secuestrados
o extorsionados
pedazos de mí,
sobreviene
un necesario reacomodo
                             de vida. ]

Podemos prestar
nuestras nuevas versiones
a provisionales moldes de plastilina.

16

Ese habitante
toma su espacio
en la ya notoria penumbra citadina.
Apenas he terminado ese trayecto,
un poco más avanzada la tarde,
y él se manifiesta como un elemento más
que acompañará la noche;

su intrincado despeinado
y agudos ojillos brillantes
someten a los transeúntes
a una evaluación

mis pasos, calmadamente acelerados,
rehuyen su robusta figura
que la noche, ahora, se roba.


17

En un instante
la ciudad despertará.
Un cortejo de balas
matizan mi insomnio

¿cuál será su lúgubre destino
voraces proyectiles libertarios?


18

Él no quiere bajarse
en la  Estación Altamira
y yo he pensado
que es por razones políticas

pero resulta que él
estaba saliendo de la estación
la noche de la masacre
y, muy despacio,
le tocó caminar
entre las balas.

 19

El sedante
va tomando cuenta de mi pecho
y se instala
con una fuerza  opresiva
que me permite
anularme
a conciencia.

Es un limbo
un poco amargo

entre furiosos y arrogantes

detentadores de la verdad

mientras, los cadáveres,
se disputan la cotidianidad.

20

Hay demasiados cadáveres.
Algunos son ilustres
y reciben aplausos

los demás,
reciben gusanos.

miércoles, 29 de junio de 2011

CARACAS


 Autora: Flavia Pesci

hay otra ciudad por debajo de los puentes
atravesando el cementerio de lápidas
fundada sobre el río maloliente

pequeña ciudad que mira mejor la noche
con un cuerpo sin rumbo   oscilante
unas manos rasgadas
mueca mermada
indigente

esta otra ciudad
de gritos reprimidos
amurallados silencios

_______________________________________________________________

mujer cruzando la Rómulo Gallegos

intentabas cruzar la calle, titubeabas
tu cabello cenizo se resumía en tu nuca
tus ojos saltaban de un lado a otro
en tu espalda el tiempo
en tus pasos la vida que fue.

dudando
te atreviste
bailaste entre torbellinos que te envolvían
mujer de cuerpo ondulado
en tu zigzag
llegaste al otro lado
al fin.


CARACAS


Autor: Luis Beltrán Mago
 
Sobre la paz de un Ávila que sueña,
Caracas ha levantado sus murallas
y la luna enlunada que se ensueña
libra por el anochecer luengas batallas.

El aire, como un río, se despeña
y le cuenta a la historia cuánto callas.
Dios se levanta y su palabra empeña
cantándole a tu amor y te desmayas.

Eres para la tarde de estos sinos
toda la copa donde están los vinos
lloviéndose en un sorbo inacabable.

La luz amiga que en silencio pasa
como la bella niña de una casa
te canta una balada interminable.

 Autora: Arlenys Olivero

Un comercial pone la vida en el ahora, será que los jueves suelen ser para siempre, que nos vemos, que las calles pasan en anaranjado, que muchos de nosotros sonreímos, que los viandantes se entregan rítmicos, será por estos días cuando se juntaron brisas y soles, cuando se juntaron los encuentros, será que la gente encontró un tiempo que nunca les perteneció, que los universos de piel se dan y que la elasticidad del párpado salta contra nosotros, viajantes de volcán, y que mientras tanto soñamos estos días, ciudad inquieta, ciudad que se despedaza, que salta, que da vueltas, que se desbarata, que nadie y todos recuerdan, ciudad de niños y de adultos, de pensamientos impunes, ciudad que hace mi tiempo cuando te recuerdo.