PUBLICARTE da la mano a la celebración de los 444 años de nuestra ciudad. Caracas la mujer. Caracas hombre, niño o niña. La tantas veces ultrajada, la que no pierde la esperanza. Caracas será tomada de la mano por los que crean, sueñan, proponen, discuten, reflexionan a través de la palabra. Caracas también es texto, cuento, dramaturgia, narración, ensayo, poesía. Caracas es el abecedario que nos acompaña cada día, Caracas es una niña que continua soñando con que algún día será grande.

martes, 19 de julio de 2011

LA TÉCNICA DEL MOGOTE


                                                       (Made in Venezuela)
Autora: Carlota Martínez

     Salí temprano, caripareja y al desgaire, segurísima de que el paseo sería como lo había soñado. La ocasión lucía prometedora. Las noticias de la noche anterior habían anunciado para este año que varios millones de temporadistas abandonarían en tropel la ciudad  hacia lugares más hospitalarios  durante el asueto del carnaval. Y, ¡Gracias, mi Dios! Caracas tornaría a ser la urbe mansa y silente que provocaba transitar ¡ilusión de tísica! Al comenzar a desplazarme por el angosto puente que bordea a la avda.Baralt (allí venden las flores para mi tía Felicita) a dos cuadras no mas de Santa Capilla y del Banco Central, a tres de Capitolio y cuatro de la casa del Padre de la Patria, un hedor comatoso me asaltó turbando implacable mi ensoñación de transeúnte. Rápido, a riesgo de infectarme, me embocé tras el cuello de la franela recién lavada y huí hacia un lugar donde pudiera correr con mejor suerte.

     A bordo de un simpático autobusete continué desplazándome por cuadras y avenidas y el paisaje, si así se le puede llamar, no resultaba ser más afortunado que el anterior: un putrefacto olor emanaba de montones de desechos esparcidos a todo lo largo y ancho de la ciudad. Y así,  anonadada en losvapores de la fantasía”, en un estado más parecido a la vigilia  o al leve dormitar, comencé a cavilar... ¿Y qué pasó con Fospuca? Fospuca no trabajó... no, no pero... ¿Y la marcha de ayer? ...¡los buhoneros, los buhoneros!...pero... ¿Pero y dónde está Bernal? ¿En Quinta Crespo, en la Plaza Caracas, en Babia, con Peña en Nueva York?...la solución, la solución... pom pom pom... ¿Y las buenas intenciones del gobierno?... ¡LOS MOGOTES, LOS MOGOTES, TÍRALO DETRÁS DEL MOGOTE!...

    Y así entre cabeceo y cabeceo, al ritmo del implacable tun tun sobre huecos y demás caprichitos de la vía, me soñé reclinada en el asiento trasero del Buick 55 de papá por las afueras de la ciudad: Guarenas y Guatire al igual que Baruta o el Hatillo eran campo. Allí íbamos algunos fines de semana y mamá armada con su cavita, se detenía a comprar chuletas de cochino frescas, queso de mano, casabe y hasta mango. Y si había necesidad de deshacerse de los desechos (botellas, servilletas, y  conchas entre otras menudencias) se oía la frase: ¡... LOS MOGOTES, LOS MOGOTES, TÍRALO DETRÁS DEL MOGOTE!
¡Pero han pasado 40 años, por Dios! grité, como despertando de una pesadilla (los desprevenidos pasajeros voltearon a mirarme sin comprender lo que pasaba). Confieso que fue un grito desesperado.

     Ya en casa de mi tía Felicita, luego de trasegar el balsámico café de la tarde, ella me decía: Pero mi amor, es que aquí después de la llegada del petróleo nosotros nos pusimos (haciendo una mueca) modéjnos”: jugamos béisbol, andamos en automotor, tenemos moles”, las muchachitas andan con el ombliguito peláo y ¿Qué me dices de las fulanas computadoras?... Aquí todo el mundo ahora es un genio de la informática Pero la verdad mija es que aquí realmente no sabemos nada de desarrollo, ni de modernidad ninguna.  Lo de nosotros fue del campo a la ciudad a salto de garrocha, sin tiempo para hacer la digestión... ¡puro bombardeo!  Y mejor que te tomes otro cafecito, mi amor. Porque a este país le falta muuuuuucho por andar.

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