PUBLICARTE da la mano a la celebración de los 444 años de nuestra ciudad. Caracas la mujer. Caracas hombre, niño o niña. La tantas veces ultrajada, la que no pierde la esperanza. Caracas será tomada de la mano por los que crean, sueñan, proponen, discuten, reflexionan a través de la palabra. Caracas también es texto, cuento, dramaturgia, narración, ensayo, poesía. Caracas es el abecedario que nos acompaña cada día, Caracas es una niña que continua soñando con que algún día será grande.

viernes, 1 de julio de 2011

Figuras y Estampas de la Antigua Caracas (Primera Serie)


Autor: Enrique Bernardo Nuñez (Cronista de la ciudad de Carcas)
Páginas 5 y 6.
Lectura: Inés Bardaes

Nuestra Señora de la Luz.- Ciudad Mariana de Caracas.- Las Casas Capitulares.
El Obispo Don Antonio Diez Madroñero se distinguía por su amor y devoción a la Virgen María, particularmente bajo su advocación de Madre Santísima de la Luz. Pronto se multiplicaron las tablas y telas que la representaban en los templos y casas particulares, no sólo de Caracas sino de las otras poblaciones de la Provincia. Desde el año de 1757 se veía en el balcón del Ayuntamiento una imagen de Nuestra Señora de la Luz, y en los propios había una partida para su alumbrado. La misma Cuadra del Ayuntamiento (Principal al Colegio, o a las Monjas) se denominaba Cuadra de “Nuestra Señora de la Luz”. Existía además la “Humilde Congregación”, de este nombre, de la cual era celador don Juan Jacinto Pacheco, conde de San Xavier, dos veces alcalde de Caracas en los largos años que se vio azotada por una epidemia de viruelas, y sus representante en España, junto con Francisco de Ponte, en los días del alzamiento contra la Compañía Guipuzcoana.
El año de 1763 la Ciudad pidió al Rey se sirviese mandar que nadie fuese admitido a desempeñar oficio o empleo alguno sin antes jurar la defensa de la pureza original de Nuestra Señora;  que su nombre ennoblezca el escudo de armas de la Ciudad con la siguiente inscripción: “Ave María Santísima de la Luz, sin pecado concebida”, y erigir con el mismo título un Oratorio en las Casas Capitulares donde oyeran Misa los días de Cabildo. En esa larga representación exponían razones de distinto orden los señores capitulares. El 8 de diciembre de 1759, el mismo día que el Rey Carlos III hacía su entrada solemne en Madrid, el señor Obispo colocaba en la Catedral “una bella imagen de N.S. de la Luz que allí permanece”. Recuerdan que Palermo, donde se manifestó bajo esta imagen, es la cuna de Santa Rosalía cuya fiesta  celébrase el 4 de septiembre, el mismo día que don Felipe II concedió a Santiago León su escudo de armas (4 septiembre de 1591). Fue un hijo de Caracas, no dicen su nombre, discípulo del docto maestro don Juan Francisco López, quien primero puso en la Corte una Imagen de ella, y al ponderar el fervor con que se cantan sus alabanzas dicen que hasta  a sus mismos esclavos “esclarece los ánimos oscuros más que sus rostros. …”. El Rey lo acuerda en San Lorenzo, a seis de noviembre de 1763. Esta real cédula se recibió en Caracas el veintidós de enero del año siguiente. Su publicación se efectúa el treinta de enero en la plaza mayor y otras partes de la ciudad, “a usanza militar, con numeroso cuerpo de soldados de la tropa veterana”, y salvas correspondientes. Las festividades corren por cuenta de los Propios. La Ciudad pasa a titularse Ciudad Mariana de Caracas.
Sin embargo, el Rey ha dispuesto que la expresada Orla ha de ser “en los términos que se previenen” en la Recopilación de Indias, “y no en el modo de proponéis y referís”. En medio del júbilo de la proclamación los señores capitulares no habían reparado en esto, y cuando se trató de poner la Orla se suscitó una discusión con el Gobernador y el Cabildo Eclesiástico, a propósito del Real Pendón. Sostenía el Ayuntamiento que la leyenda debía ser “en los precisos términos que se pidieron”. El Gobernador don José Solano por auto del 5 de Julio de 1765 dispone que se consulte de nuevo al Rey. Más de ocho folios en letra itálica gastan los Capitulares en este nuevo Informe. El Rey dispone que la orla quede en los términos de “AVE MARÍA SANTÍSIMA SIN PECADO CONCEBIDA, EN EL PRIMER INSTANTE DE SU SER NATURAL”. (Real cédula de 13 de marzo de 1766, recibida en Caracas el 12 de julio del mismo año). Todavía hicieron los del Ayuntamiento una nueva súplica (10 de abril de 1767) que no obtuvo respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario